Hoy no.
Renuncio.
Hoy me censuro,
me prohíbo al filo de la palabra;
me retracto del aire que respiro,
me ciego en la espesura del silencio rotundo.
Ayer, vivir era cosa de vida o muerte,
hoy mejor espero el nacimiento de otro día.
Me quedo imberbe, pasivo,
resguardado en la mudez,
como si todo fuese un juego de niños,
como si no supiese nada del mundo.
Como una mosca en la ventana,
hoy me aseguro y me callo.
Hoy soy el peligro,
el daño,
la cura
y la negación.
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