Ventana Abierta

Una ventana abierta es una posibilidad flotando sutilmente; donde las cortinas son un batir de vientos que salen de las palabras pronunciadas, palabras que son fragilidad de mariposas o aguijones zumbando en la memoria; memoria dañada y escondida tras el temor o la ceguedad de toda un colmena, una jauría, un cardúmen de pequeñas voces frente al muro...



martes, 22 de diciembre de 2009

LA MARCHA DE LOS IDIOTAS



La marcha de los idiotas
invita a llenar los espacios
de los cajones archivados
para mantener las caravanas.
¡Ahí vienen!
Los vi reír con lágrimas que les lavan la cara,
el sol les favorece de perfil izquierdo o derecho.
Son ellos. Pasaron hace algunos años
y me invitaron a construir castillos con espuma.
¡Abran paso a sus bailarines!
Para que no caigan en el rechazo,
en la nada de no serlo todo;
los vi cantar desde la nada de un niño
que les regaló unos dibujos.
Aquí vienen y aparecen con sus armaduras absueltas,
dicen que sí podemos encajonar y marchar esta vez.

Mirad la marcha de los idiotas
como me hace parte de su no sé qué,
que somos los de antes, pero no los mismos;
nos regaron pedazos de calles
tras una maniobra arrebatadora
de las voces que tenían la verdad.
A ése lo reconozco, ya enviaron
planos de un posible mapa
de nosotros como autores de la realidad.
No callen, que podemos escuchar el grito
de nuestra grabación en otros escenarios.
Un minuto de silencio
por los que gritaron demasiadas veces libertad.

Por ahora, mirad los artificios,
mirad a la caravana traidora como se peda por las calles
que solo ellos podían construir y todo eso.
El último de la fila lleva los vestidos de su excelencia,
tropezando con la existencia del cargador de ropas municipal.
La más nombrada, cotiza por presas,
lo que podría llegar a ganar llevando el estandarte;
seguidoras del séquito que ignora lo que sabemos.

¡Que le den aire y espacio a ése que tose tanto!
Al que se fumó los jardines de doña Esperanza;
que se hizo novia ignorante
de un idiota con astucia para encontrar sombra.
Mirad el aleteo de palmas que los acompaña
y a los puños infiltrados con la seda en nuestros bolsillos;
a los que se reportan escondidos
o se declaran enfermos de papel;
a los que bailaron con la que se reía y con la de enfrente;
al pastor de pasado negro,
que recluta a las perdidas de algodón que olvidó la marcha;
al que venderá mi compromiso y pondrá la otra mejilla,
al cargo de escritorio estatal y polvoriento.

¡Que suenen los vitoreos y el cotillón!
Son ellos. Los reconocí por la lista de invitados al cóctel,
por la lista de inscritos este año,
por la lista de alabanzas al cabrón de siempre,
por la ex - tensa lista que se jaló en los pasillos
y se chorreó por los votos.
Mirad que bien lucen los estómagos llenos
y la salud mental que ganaron este mes;
son tan buenos, si hasta hablan por televisión.
Comen hostias y ostiones,
pueden elegir el sabor de su salvación
y el soneto de sus vidas en una lápida
con fecha desde que se unieron a la marcha.

“El que frunce el seño, es el mas mentiroso…”
“El que más se ríe, es el cobarde de siempre…”
“El llorón, es el que mas tiene que declarar…”
…y ya sabemos quienes son los callados;
los que volvieron en una silla,
el que guardó los lentes de sol,
el loco que olvidó a quién dio la orden de matar.

Allá va la marcha de los idiotas,
puedes donar un peso a su causa o su conciencia;
van tan desposeídos
que el amor se les cae en los niños,
la tropa de feligreses sabe bien de sus canciones
y de las gordas mejillas rosadas
de la sotana con el sexo al aire.
¡Vamos, que ustedes también pueden marchar!
Son la piedra de su imperio
y este año pueden ganar más santos.
La feria se abrió en la historia con sacrificios humanos
y la marcha lleva fondos mancomunados.

¡Gritad a los favoritos nuevamente!
Al de traje gris con nariz de pimiento;
al de la trompeta, que no deja escuchar al de al lado;
al que lleva la bitácora de los monumentos
en la nueva plaza de la memoria colectiva.

La marcha de los idiotas desaparece,
como antes, entre papeles de colores y blancos;
para el próximo año volver con la misma melodía,
que nos canta la vida cotidiana,
como antes y hasta ahora.



P.D. Debo disculparme seriamente por no adjuntar una imágen o fotografía a este trabajo; sucede que las banderas hoy en día son tantas que no tuve el tiempo, ni la paciencia, ni las ganas para seleccionarlas... Por último, es poco trascendental adjuntarlas, sino mas que para mostrar el errado trabajo que se hace en nuestras poblaciones, trabajo que por lo demás le debe quedar poco menos de un mes de vida en dichos territorios.

"Algun día seremos vecinos y hermanos nuevamente, mientras tanto a construir identidad"
Luis R. Lazcano.