Ventana Abierta

Una ventana abierta es una posibilidad flotando sutilmente; donde las cortinas son un batir de vientos que salen de las palabras pronunciadas, palabras que son fragilidad de mariposas o aguijones zumbando en la memoria; memoria dañada y escondida tras el temor o la ceguedad de toda un colmena, una jauría, un cardúmen de pequeñas voces frente al muro...



miércoles, 26 de mayo de 2010



"EL CLORO" - Breve crónica de un personaje raro.

Extraño personaje, por decir lo menos, el seudónimo no se claramente de donde proviene, pero creo con mucha gracia y dado a su extraña personalidad, que debe ser por lo tóxico. El nombre, edad o dirección de su domicilio es una incógnita para muchos.
En otrora fue un apasionado predicador independiente que solía hostigar a los visitantes del Parque La Bandera, en la comuna de San Ramón.
Son recordadas las eternas prédicas que vociferaba a los pecadores, que por supuesto, se irían al infierno; con su característico bailecito en vaivén y los brazos cruzados a su espalda o de modo mas informal, en los bolsillos. De sospechosa pureza cristiana, más de alguna vez se le vio coqueteando a alguna escolar que hacía la cimarra; solía canjear prédicas por frutas o monedas en las ferias libres y con mucha simpatía respondía: Que Dios le bendiga hermano... ó Gracias al Todopoderoso.
Frecuentemente, le correteaban e instigaban a callarse entre insultos y risotadas; por lo que con el paso de los años se hizo conocido en un gran sector de la Población La Bandera como El Cloro.
Hoy, más terrenal que antes; no predica, pero a cambio se dedica a seducir con sus pasos de baile y enérgicos saltos y piruetas, tarareando cumbias entremezcladas y sonriendo a toda chiquilla que se le quede mirando.
Todavía queda algo del vaivén en sus movimientos y una personalidad que raya en la locura o la picardía de un ladino. Se le puede encontrar a diario en el mismo parque y con la misma prestancia a ser escuchado, aunque saca más de una carcajada mientras realiza su nueva rutina, el baile.

domingo, 23 de mayo de 2010

HOY NO


Hoy no.
Renuncio.
Hoy me censuro,
me prohíbo al filo de la palabra;
me retracto del aire que respiro,
me ciego en la espesura del silencio rotundo.

Ayer, vivir era cosa de vida o muerte,
hoy mejor espero el nacimiento de otro día.
Me quedo imberbe, pasivo,
resguardado en la mudez,
como si todo fuese un juego de niños,
como si no supiese nada del mundo.

Como una mosca en la ventana,
hoy me aseguro y me callo.
Hoy soy el peligro,
el daño,
la cura
y la negación.  


El Michael... Entre ángeles y demonios.




Muchas veces uno camina, y camina ensimismado; son muy pocas las ocasiones en que damos cuenta de quienes están a nuestro lado, lo que están haciendo, lo que conversan o simplemente preguntarnos ¿tendrá las mismas preocupaciones, ambiciones, dilemas, esperanzas? Bueno, en una de esas ocasiones, paseando con mi hijo Emilio por el Parque La Bandera, en la comuna de San Ramón, nos topamos con este muchacho, el Michael.
Con 20 años de edad, vive en un mundo maravilloso, en donde todo lo que su mente crea, lo hace tangible con papeles. Conversando mientras construía una especie de dragón, que resultó ser un Digimón (no sé muy bien que significa eso, debe ser algún pariente de algún pokemón), narrándonos la historia de su niñez, muy humilde por lo cierto, en donde la necesidad de tener algo con que jugar lo llevó a desarrollar la habilidad de construir sus propios juguetes en base a papel; claro, trague saliva y se me apretó el pecho, pero luego pensé en lo maravilloso que debe ser crecer con tanta fantasía hecha realidad, tener esa especie de súper poder, capaz de fabricar el juguete que se le antoje y la destreza desarrollada motrízmente hablando. Desde los cinco años aproximadamente, y con un leve daño mental, la necesidad lo convirtió en este mago capaz de fabricar ángeles, demonios, hadas y por supuesto los digimons. Nos cuenta que después de crearlos, los regala o simplemente los rompe, para que la lluvia no los desarme, como una especie de respuesta automática para explicar que no quiere nada con la lluvia.
Suele vérsele caminar incansablemente por la población La Bandera; hacia cualquier parte, con la mirada al horizonte, entornando los ojos como imaginando algún nuevo personaje de papel, siempre sólo. Este muchacho de mirada chispeante y una personalidad encantadora saca mas de una sonrisa y quienes logran conocerlo se van con la emoción palpitante, entre la alegría y la tristeza, entre la rabia de los que están más necesitados y la felicidad de quienes logran convertir su problema en algo tan hermoso con cosas tan sencillas, el papel.

Luis R. Lazcano

miércoles, 19 de mayo de 2010

CANO PENSAMIENTO


El atardecer era un desierto soplando al oído
el secreto milenario de su estadía en el hombre sereno;
soplando suave en el cano pensamiento
se dibujaba la mueca de una era torpe.
Pesada cual brío de un planeta errado,
continuaba en la búsqueda de
la palabra empeñada y la conducción.

¡Sopla, sopla el aire puro de tu inocencia!
Venga la gracia de tus mares a ultranza
que rugiendo,
adormecen la tierra de tus manos
y dibujan la estela de los caminos que deberíamos seguir.


Fotografía: Don Raúl a la pesca de la jaiba.